La mayor parte de la legislación ambiental está dirigida a las grandes organizaciones, pero, de hecho, las PYME tienen el mayor impacto. Un estudio de la Comisión Europea mostró que “las PYMES contribuyen con el 64% del impacto ambiental” (SME and the Environment in the European Union, 2010). Por lo tanto, se ha convertido en una prioridad para la UE brindar a las PYME toda la ayuda necesaria para luchar por reducir su impacto en el medio ambiente. Hablando de manera realista, ya menos que las PYME desarrollen una cultura de sostenibilidad, este parece ser un desafío difícil. Las PYME no poseen ni la estructura ni los recursos capacitados para abordar este tema vital. Necesitan integrar la sostenibilidad en sus roles de gestión y obtener acceso a herramientas que les permitan monitorear ese impacto en el medio ambiente. Con la intervención de la tecnología, las herramientas pueden volverse eficientes y confiables para emprender la tarea de monitorear la sustentabilidad. Además, la comunicación también ha eliminado las distancias y ahora la monitorización se puede hacer de forma remota. Es increíblemente importante para la gestión de las PYMES tener información oportuna en sus manos para decidir sobre la reacción de remediación adecuada y contener el daño al medio ambiente. El eslabón perdido de lo anterior es aprender cómo desarrollar una estrategia de sustentabilidad y cómo usar la tecnología de otras herramientas para implementarla. Este eslabón perdido está en manos de la formación profesional. VET tiene la agilidad de captar las necesidades del mercado y transformarlas en ofertas educativas utilizando los estándares ECVET para salvaguardar la calidad.

Ficha del proyecto.

Sitio web del proyecto.